Estoy oficialmente de vacaciones. A partir de hoy, y hasta el año que viene, no hay actividad laboral obligatoria en mi vida.
Yupi!!
A pesar del gran año laboral que he tenido, llevaba un par de semanillas con ganas de desconectar. Supongo que mi carga genética hispana me predispone a hacer el típico parón veraniego, que este año me ha faltado. Sea, pues, parón navideño.
Este año no voy a publicar lo que pienso de la Navidad. Los que me conocen ya lo saben, y no cambia nada que lo vuelva a repetir. Curiosamente, este año tengo más propósitos de año nuevo que nunca, y ahora que mentalmente he parado mi actividad productiva, estoy repasando el año que va a terminar en breve como nunca lo he hecho.
Ha sido un gran año. Pero no es este post el que cierra el año, y no haré una revisión del mismo aquí, porque tengo pensado escribir sobre ello. O quizás, en lugar de escribir, haga algo diferente (esto lo pongo pa mantener el interés).
Como la foto que encabeza este post, espero que Santa, Papá Noel, los Reyes, o quien sea, se pare en vuestro lugar estas vacaciones, y os deje al menos paz, tranquilidad y una ración de felicidad en estas fechas. Y algún caprichillo para llevar mejor la crisis, también.
En contraste, os dejo esta otra foto. Soñé el otro día con esta imagen, y no es la primera vez. A veces no nos acordamos de todo lo que tenemos. Y nos dejamos llevar por el materialismo, es natural, y creo que soy uno de los mejores ejemplos de esto (caprichosillo que es uno).
Esta imagen me persigue desde el verano del año 2007, está tomada en un pequeño pueblecito de pescadores en el Lago Victoria, en Tanzania. Visitamos una escuela primaria en la cual los niños se sentaban en el suelo, en una habitación oscura, en la misma sólo había una pizarra en la pared. La mayoría de los niños no paraban de cantar, y sonreír. Pero ella no. Ella tenía la mirada perdida, abstracta, y durante el instante infinito que dura esta imagen, sentí que conectaba con esta criatura. Todavía hoy me pregunto qué pensaba, qué le pasaba.
Es a ella a quien realmente quiero desearle Feliz Navidad.
Yupi!!
A pesar del gran año laboral que he tenido, llevaba un par de semanillas con ganas de desconectar. Supongo que mi carga genética hispana me predispone a hacer el típico parón veraniego, que este año me ha faltado. Sea, pues, parón navideño.
Este año no voy a publicar lo que pienso de la Navidad. Los que me conocen ya lo saben, y no cambia nada que lo vuelva a repetir. Curiosamente, este año tengo más propósitos de año nuevo que nunca, y ahora que mentalmente he parado mi actividad productiva, estoy repasando el año que va a terminar en breve como nunca lo he hecho.
Ha sido un gran año. Pero no es este post el que cierra el año, y no haré una revisión del mismo aquí, porque tengo pensado escribir sobre ello. O quizás, en lugar de escribir, haga algo diferente (esto lo pongo pa mantener el interés).
Como la foto que encabeza este post, espero que Santa, Papá Noel, los Reyes, o quien sea, se pare en vuestro lugar estas vacaciones, y os deje al menos paz, tranquilidad y una ración de felicidad en estas fechas. Y algún caprichillo para llevar mejor la crisis, también.
En contraste, os dejo esta otra foto. Soñé el otro día con esta imagen, y no es la primera vez. A veces no nos acordamos de todo lo que tenemos. Y nos dejamos llevar por el materialismo, es natural, y creo que soy uno de los mejores ejemplos de esto (caprichosillo que es uno).
Esta imagen me persigue desde el verano del año 2007, está tomada en un pequeño pueblecito de pescadores en el Lago Victoria, en Tanzania. Visitamos una escuela primaria en la cual los niños se sentaban en el suelo, en una habitación oscura, en la misma sólo había una pizarra en la pared. La mayoría de los niños no paraban de cantar, y sonreír. Pero ella no. Ella tenía la mirada perdida, abstracta, y durante el instante infinito que dura esta imagen, sentí que conectaba con esta criatura. Todavía hoy me pregunto qué pensaba, qué le pasaba.
Es a ella a quien realmente quiero desearle Feliz Navidad.
1 comentario:
Qué fuerte, yo no recuerdo a esa niña... Pero seguro que pasará una feliz Navidad, y puede que sea más feliz que muchos de nosotros. O eso espero!
Anyway, darling, espero que lo seáis todos en tu familia, y que la primera Navidad de tu retoño te haga ver las cosas con alegría.
Besitos desde BCN, yo, que no tengo vacaciones :(, al menos de momento.
Muack!
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