Uno rapidito. Está a punto de empezar la Final de los Playoff de la NBA. Ahhhhh, cuánto me gusta ver este deporte en TV (un partido bueno, claro). Vuelve un clásico, Boston Celtics contra Los Angeles Lakers. La mejor defensa contra el mejor ataque. El MVP (Kobe Bryant) contra el mejor jugador defensivo (Kevin Garnett). Y con sabor español, además, ya que Pau Gasol está jugando a un nivel sobresaliente y contribuyendo a que su equipo esté pujando por ganar la mejor liga de baloncesto del mundo. La verdad es que cuando he intentado ver un partido de baloncesto europeo, ha ocurrido una de dos: o he cambiado de canal o me he dormido.
Esto, es otra cosa.
Os dejo porque Gasol acaba de inaugurar el marcador. Sólo es el primer partido al mejor de 7, pero las próximas dos semanas van a ser intensas.
Este post está dedicado a mi hermano Jaime, que sé que estaría encantado de estar aquí viéndolo conmigo, recordando esas temporadas mágicas cuando Michael Jordan nos hacía disfrutar como sólo él puede hacerlo, y nosotros quedándonos hasta altas horas de la madrugada para verlo. Que te sean leves los biberones macho (que poquito me queda a mí).
Esto, es otra cosa.
Os dejo porque Gasol acaba de inaugurar el marcador. Sólo es el primer partido al mejor de 7, pero las próximas dos semanas van a ser intensas.
Este post está dedicado a mi hermano Jaime, que sé que estaría encantado de estar aquí viéndolo conmigo, recordando esas temporadas mágicas cuando Michael Jordan nos hacía disfrutar como sólo él puede hacerlo, y nosotros quedándonos hasta altas horas de la madrugada para verlo. Que te sean leves los biberones macho (que poquito me queda a mí).
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