Estos días estoy sólo en Washington. Mi familia hace ya dos semanas que está en España, yo me he quedado con una cantidad de trabajo enorme aunque en unos pocos días saldré para Madrid para reunirme con los míos como todas las Navidades y tomarme unas más que merecidas vacaciones.
Tres años. Son tres años ya los que llevo viviendo en Washington, evidentemente se han pasado volando con todos los cambios que se han ido sucediendo en mi vida, cambio de país, trabajo, primer hijo, cambio de trabajo, segundo y tercer hijo de golpe, etc. Las visitas del primer año se han ido difuminando como es natural, y ya no es tan común sacar a los visitantes de turisteo. Esta mañana se ha levantado un día decente, lo que últimamente quiere decir que las temperaturas han subido de 32 grados Fahrenheit. Qué excusa más perfecta para coger la mochila, meter la cámara y un par de objetivos (incluyendo uno que me han traído los reyes por ser bueno), y salir a pasear por el National Mall para redescubrir la ciudad en la que vivo bajo la óptica de un visitante. Es algo que debería haber hecho en Madrid mucho más.
Algunas de las vistas son ya cotidianas y forman parte de mi paisaje mental, como por ejemplo el Washington Monument, que veo a diario pues está al lado de mi trabajo
O el capitolio, que también puedo ver a diario a lo lejos cuando entro y salgo de trabajar. Para los que no lo sepan, el motivo por el cual no hay rascacielos en Washington es porque ningún edificio puede ser más alto que el Capitolio. Evidentemente es enorme y domina el paisaje urbano de la ciudad.
En el estanque que hay delante del Capitolio, que por cierto estaba helado, he pasado un rato divertido practicando fotos de gaviotas en vuelo con el nuevo objetivo (para los interesados, un 70-200 f2.8 también conocido como el "torpedo"), los resultados en esta primera prueba son más que satisfactorios. Echo de menos la fotografía de fauna, la única "fauna" de la que últimamente capturo imágenes bebe biberones o come papillas, como mucho acaba de empezar la guardería. Ojo que no me quejo, que también me gusta hacer fotos a los enanos. Pero echaba de menos algunas como esta
El National Mall también puede deparar algunas sorpresas. Es una zona llena de visitantes y museos, y en la entrada del National History Museum me he encontrado con la tradicional reunión de "Santas", que empezó hace algunos años en San Francisco (en la Costa Oeste son más creativos por lo general) y que se ha popularizado por todo el país. O al menos eso me aseguraban cuando he preguntado qué pasaba y de qué grupo o asociación eran (esto es el país de las asociaciones y clubs, es la balanza que se pone al conocido individualismo del americano medio).
Algunos disfraces estaban muy currados, esta chica me ha recordado a Lady Gaga...
Ya no habrá otro sábado en Washington hasta el año que viene. Estoy contando los cuatro días que me quedan de absoluta locura laboral para parar un rato, recuperar fuerzas, y empezar el cuarto año de aventura americana.
Parece que fue ayer.
4 comentarios:
Que la fuerrrrrrza te acompañe durante estos últimos días de trabajo, y a ver si nos vemos en Madrid.. Un abrazo
Brillantes, sin más, me quedo con tu Lady Gaga particular, buenísima.
Besos mil.
Ya sabía yo que estos días de soledad y tristeza sin tus seres queridos iban a tener la contrapartida de una entradita. Echábamos de menos tus fotitos. Espero verte pronto por aquí. Besos.
Ven ya!!!!!!!
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