Una de mis mayores aficiones es la fotografía. A veces pienso que tengo demasiadas aficiones, y no me queda más remedio que acudir a ellas de forma alternativa, por falta de tiempo y, en ocasiones también, por qué no decirlo, por decreciente interés periódico.
Tuve una crisis en esta afición alrededor del año 2002. Durante más de un año y pico prácticamente no hice fotos. Las cámaras digitales estaban empezando a asomar, y mi Nikon F100 (que todavía conservo, pues fue el destino de mi primer sueldo) me parecía un engorro en los viajes y el coste del revelado empezaba a antojarse excesivo en relación a la inmediatez de las cámaras digitales.
Lo de las diapositivas se estaba convirtiendo en algo arcaico y lento, aunque nunca olvidaré esa sensación de ir a buscarlas a la tienda, correr a casa y preparar la proyección. Sigue siendo insuperable la sensación de un paisaje ocupando toda una pared. Y desde luego ya no encontraba fuerzas para encerrarme durante horas por la noche con la única compañía de la ampliadora, una tenue luz roja y unos malolientes líquidos que provocaban esa magia. Era un momentazo ver aparecer la copia, y yo al menos todavía no he conseguido los mismos resultados en blanco y negro en copia impresa, aunque sé que es posible hoy en día.
Esta sequía fotográfica me llevó a cometer uno de los mayores pecados fotográficos de mi vida, como es haber viajado a Costa Rica, visitando el país durante casi un mes, y sin una cámara réflex en condiciones. Tan sólo llevamos una compacta digital, a todas luces insuficiente para esta afición (la tecnología en el año 2003 en digitales no era la de hoy, eso está claro, y las imágenes que nos trajimos de vuelta no me dicen mucho desde el punto de vista fotográfico).
La fotografía siempre me ha ayudado a retener las imágenes de los lugares que he visitado, también de los lugares en los que he vivido. Sigo teniendo la sensación de que tengo una deuda con Costa Rica y sus impresionantes paisajes verdes, que no supe o no pude capturar como se merecen.
Algún día volveré.
Desde el verano del 2005, año en que por primera vez tuve acceso a una cámara digital "seria" (o sea, una réflex digital), he recopilado una colección de unas 12.000 fotos hasta la fecha (esto sin contar las que se borran). O sea, unas 4000 fotos al año, 300 al mes,11 al día, de media. No es ni mucho ni poco y desde luego no con esa cadencia tan regular, pero sí que puedo decir que últimamente uso la cámara prácticamente todas las semanas. Lo que han cambiado las cosas, esto con carretes me hubiese costado una fortuna.
Tengo un archivo bastante completo de mi vida durante los últimos tres años, desde fiestas o reuniones sin mayor trascendencia pero que puedo recordar gracias a estas instantáneas hasta los viajes que me han emocionado o retratos de personas especiales cuya imagen me acompaña a cualquier lado del océano. También tengo imágenes de mi hijo recién nacido, y de cómo va creciendo, como ya hizo mi padre conmigo hace algo más de tres décadas.
Este otoño se me ha ido volando, con el nacimiento de Pablo no he salido mucho al campo, como venía siendo costumbre últimamente en estas fechas. Hace un año y una semana estaba un sábado a las 5:30 de la mañana dirigiéndome al Hayedo de la Pedrosa, al norte de la provincia de Madrid, para intentar capturar los colores del seco otoño que habíamos tenido.
Esta foto es de aquel día.
El otoño en esta zona está ya bastante avanzado, y gran parte de las hojas se han caído. Esta estación es espectacular en la costa este de los Estados Unidos. Los colores son visibles desde el mismo coche en cuanto se sale de la ciudad (y a veces también dentro de la ciudad). Robles, hayas, abedules, tilos, avellanos, serbales y arces componen una mezcla que van desde el amarillo al rojo, pasando por todos los tonos intermedios.
Es una pena que se me haya pasado el pico de esta estación, pero hoy hemos salido a dar un paseo con unos amigos, éramos tres parejas con niños de edades comprendidas entre 1,1 meses y 1,6 meses. Una fiesta vamos. Para aquellos que se pongan excusas por el hecho de tener niños y no poder hacer aquello que tanto les gusta, aquí dejo unas fotos de esta mañana, no son gran cosa, pero el sonido del obturador me ha hecho disfrutar hoy tanto como cuando sacaba fotos de leones el verano pasado en Tanzania.
A veces, son estas pequeñas cosas del día a día las que nos completan, yo hoy he tenido uno de esos momentos, que aquí escribo para no olvidar, aunque gracias a las imágenes, sé que no ocurrirá.
3 comentarios:
"To take photographs means to recognize –simultaneously and within a fraction of a second– both the fact itself and the rigorous organization of visually perceived forms that give it meaning. It is putting one's head, one's eye and one's heart on the same axis"
Gracias por las preciosas fotos otoñales bro!
A ver si cuando vengas organizamos una excursión fotografera...el RAW me tiene loca y necesito unas clasecitas magistrales!!
=)
Hola Juan,
Muy bonitas las fotos del otoño. Se agradecen y valoran las últimas entradas, ya que me supongo que no tendrás demasiado tiempo.
También me ha gustado mucho tu reflexión sobre los pequeños momentos.
Respecto a lo que comentas de los distintos tipos de cámaras, es curioso porque a nosotros nos pasó exactamente lo mismo con el viaje a Costa Rica. Fuimos con una camara pequeña, que aunque no saca malas fotos (sobre todo si no usas flash) no tiene nada que ver con la reflex digital que nos compramos después. Es otro mundo. Así que no tendremos más remedio que volver a Costa Rica. ¿qué tal un viaje juntos?
Te dejo aquí un link a otras fotitos otoñales, en este caso de Berlín. Espero que os gusten.
http://puravidaamigo.blogspot.com/2008/11/otoo-en-berln.html
Besos a tí, a Sara y a Pablo.
@Ro
Hermana, esa sesión de retoque de RAWs está hecha. Lo tengo ya super trillado, tú vete leyéndote un par de artículos porque sabes que te lo explicaré todo y no me quedaré a medias. Sobre todo, dale caña a esa Canon!!
@Clara
Muchas gracias por tus comentarios Clarix. La verdad es que busco huecos para actualizar esto con más frecuencia, últimamente tengo menos tiempo pero por otro lado escribo más aquí, es curioso. Lo del viaje a Costa Rica está hecho, estas Navidades cuando nos veamos le ponemos fechas.
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