Yes We Can......
Barack Obama ha ganado las elecciones presidenciales de los Estados Unidos de América el cuatro de Noviembre del año 2008.
Esta frase podría resumir el resultado de unas elecciones y ser una más, pero en ella hay atrapado un momento histórico que he vivido desde la capital de la política mundial. Washington D.C. es un lugar detestado por muchos americanos, al ser el centro de poder político de la nación representa lo que muchos ciudadanos quieren cambiar. Y es donde se sitúa ese gobierno en el que muchos no confían y al cual vigilan.
Me ha pedido bastante gente que comente desde dentro la experiencia, algo que pensaba hacer de cualquier modo, pero en lugar de hacerlo en forma de noticia he preferido hacer el análisis del día después, más sosegado. Los que me conocen saben que me apasiona la política, eso sí, desde la barrera. Nunca me ha casado con ningún partido político y mantengo una actitud muy crítica hacia la clase política en general y hacia la española en particular - más sobre esto en unos instantes-.
Cuando me vine a vivir a USA estaban ya en marcha las primarias, que seguí con interés. Durante todo este tiempo he procurado hablar con el máximo número de personas, de diferente condición, rango social, económico y racial. He intercambiado impresiones con gente en el gimnasio, con algunos de mis clientes, con amigos, en el autobús, con compañeros de trabajo, etc. Mucha gente pasaba del tema, y otros me han acabado dando su opinión y argumentos, algunos de los cuales compartiré con vosotros enseguida.
La victoria electoral de Obama es un hecho histórico por varios motivos, además del obvio de la raza. Paso a analizar algunas ideas que me han rondado por la cabeza en los últimos tiempos.
Por primera vez en la historia un Presidente de USA pertenece a una minoría, en este caso la de los afroamericanos, o negros como decimos en España (ojo, este término se considera ofensivo en USA y no se debe utilizar así tal cual). Este hecho es considerado en general como algo tremendamente positivo, sobre todo teniendo en cuenta que hace 40 años había discriminación en la vida pública, y que hay grandes bolsas de racismo todavía en gran parte del país, sobre todo en la América rural. Desde Luther King a Obama ha sido una larga lucha para los afroamericanos, y ver en la noche electoral los llantos de anónimos y famosos como Oprah o el Reverendo Jesse Jackson provocan sensaciones que dan que pensar. Por otro lado, y este pensamiento no es amable ni pretende serlo, se acabaron las excusas. Durante mucho tiempo gran número de integrantes de esta minoría se han escudado en la falta de oportunidades y en el racismo para no luchar, ir de víctimas y entonar el "yo no puedo, estoy discriminado". Se ha demostrado que no es así, que cualquiera puede. Es una lectura positiva pero que deja a mucha gente con el culo al aire, porque ya no se aceptarán en este país excusas de ese tipo (si bien cualquier discriminación se seguirá denunciando como hasta ahora). Este hecho demuestra la grandeza de este país, y lo crítico que es aún con sus propias victorias. De hecho, los hispanos han pegado una pasada considerable como minoría en todos los ámbitos, cultural, económico y político en general porque no tienen estos complejos (por otro lado, se trata de un grupo mucho más heterogéneo). El propio Obama reconocía en su primer discurso como presidente electo que cualquiera puede y que el sueño americano es posible hoy en día más que nunca. El tema de la raza daría mucho que hablar, pero a mi no me parece excesivamente interesante más allá de la anécdota histórica. Vivo en una sociedad multiétnica y multicultural y lo asumo con total normalidad, como la mayor parte de los jóvenes americanos.
Hablando de jóvenes, son los grandes protagonistas de las elecciones. Han votado en masa, ilusionados por un mensaje nuevo, cargado de simbolismo y digno de estudio en cualquier campaña electoral moderna. La candidatura de Obama ha hecho uso de las nuevas tecnologías y de nuevos cauces de comunicación basados en Internet y telefonía móvil, mensajería instantánea, etc., lo cual ha conectado de manera especialmente directa con un segmento de población que o bien no vota en general o que era la primera vez que lo hacía. Esto le ha permitido llegar donde su contrincante no ha llegado.
Para ganar unas elecciones en USA es imprescindible recaudar fondos estratosféricos, y la candidatura de Obama ha gastado entre tres y siete veces más en anuncios que McCain. Las elecciones se siguen ganando a través de los medios tradicionales, que por cierto aunque acaban apostando en general y sin demasiado disimulo por alguien, son mucho más imparciales que en mi querido país de origen. Aún recuerdo las primarias la caña que le metían, cuando era más desconocido y sombrías dudas planeaban sobre su experiencia y capacidad (no es que se hayan despejado, por cierto).
Esta victoria se ha forjado además en una movilización del electorado masiva, sin precedentes en algunas zonas. Seamos realistas, poca gente vota habitualmente en América. No así en esta ocasión, con participaciones elevadas y colas de tres y cuatro horas en los colegios electorales, soportadas estoicamente por ciudadanos de a pie deseosos de ejercer su derecho al voto.
La victoria de Obama se ha obtenido, sobre todo, bajo la promesa de un cambio, un cambio en el que podemos creer (Change We Can Believe In, lema central de su campaña).
Estados Unidos atraviesa una profunda crisis económica, que está arrastrando al mundo entero a una recesión y una crisis financiera de proporciones aún desconocidas. Es la peor crisis de esta generación, y la gente está preocupada. Esta situación económica adversa ha sido el tema principal de la campaña y lo que más ha preocupado y preocupa al americano medio. Además de la cosa económica, esta todo lo demás.
Dos guerras en países remotos que ya nadie aquí entiende muy bien y que son difíciles de justificar en cuanto a coste económico y de vidas humanas, la creencia de que se está produciendo una pérdida de influencia en la esfera internacional y de que Estados Unidos no está dando lo mejor de sí mismo como país, unido a una cierta sensación de crisis de identidad que ningún americano me sabe describir o pronunciar pero que yo detecto en la calle. La gente está hastiada, preocupada y un poquito perdida.
Si hay algo en lo que los americanos se ponen de acuerdo es en el desastroso legado de Bush. La historia sabrá juzgarle como Presidente y no seré yo el que ahonde en ello ahora porque ya se ha dicho mucho.
En otro escenario distinto McCain hubiese sido, en mi opinión, un gran Presidente. Con diez años menos, sin una crisis de este calibre, y con un o una running mate que no fuese la broma pesada que ha supuesto la Palin, creo que se hubiese llevado a Obama por delante. Bueno, es que Obama no hubiese pasado ni las primarias.
Pero está toda esta situación que he comentado, y la gente quiere ilusión, un mensaje positivo. Y aquí viene mi crítica, porque aunque no voto estas elecciones me afectan directamente, como trabajador que produce en este gran país y que contribuye a su riqueza.
Obama representa ese político joven semidesconocido que es capaz de ascender en situaciones adversas con un mensaje cargado de "buenismo político" e ilusiones. Dice muchas cosas que la gente quiere oir (Yes, We Can). Paz, prosperidad, un futuro brillante. El problema de estos líderes es que no tienen experiencia y muchas veces no tienen ni idea de cómo hacer realidad lo que no son más que deseos. España tiene el triste ejemplo del infame ZP, pero bueno, esto es un post de política americana y simplemente he de decir a mis amigos progres (eh, muchos de ellos de salón y con cochazos de lujo e hijos en colegios privados, pero los rogelios son así) que no se den con un canto en los dientes, Obama no es "uno de los suyos". Este será el siguiente error, pensar que España va a recuperar su posición internacional porque sí, mejorará sin duda y McCain hubiese sido un hueso mucho más duro de roer. Pero vamos, que el Presidente de USA se interesará primero por Francia, Alemania, incluso por Pakistán, antes que por España. Espero que este inciso no cabree al personal, vivo en una sociedad en la que estas cosas se dicen muy claramente y con total libertad y eso me gusta, así que si alguien se escuece, que le de al botoncito de la parte de arriba que tiene una flecha hacia la izquierda.
Muchas de las promesas de Obama son imposibles. De entrada, el Senado no parece que vaya a tener mayoría "blindada" demócrata, lo que les hubiese permitido pasar el rodillo y legislar a su antojo. Aquí si funciona la separación de poderes y se pacta por necesidad, es algo diario, y se va a producir un cierto equilibrio de poderes, lo cual es bueno. En estos momentos, algunas de esas promesas podrían descarrilar el país de forma definitiva, y así es percibido por mucha gente con la que he hablado, que está muy preocupada. Sobre todo con el tan manido tema de los impuestos. Obama dice que sólo subirá los impuestos a aquellos que ganen más de 250.000 dólares al año. Esto está por ver y ya en las últimas semanas de campaña la cifra bailaba, pero bueno, hay literalmente decenas de miles de pequeños empresarios y autónomos que declaran dichas cantidades anualmente, aunque luego tengan que pagar gastos, incluso algún sueldo de ayudante o subordinado y que no se llevan esa cantidad a casa ni mucho menos.
Además de esto, se habla de subir este tipo máximo en diez puntos, y gravar con una subida de entre 8 y 10 puntos las rentas por "capital gains" o ganancias de capital. Cualquiera que sea emprendedor o inversor puede ver por donde va el tema. Una creencia central en este país es que las bajadas de impuestos crean riqueza.
La frase más controvertida del nuevo Presidente es cuando respondió aquello de "redistribuir la riqueza". En América la riqueza no se redistribuye, se crea, y punto. He hablado estos días (hoy mismo) con gente educada, de mucho nivel cultural, empresarios clientes míos que está n preocupados, porque piensan que no va a compensar tomar riesgos, crear negocios, invertir en nuevas ideas. Están desilusionados en medio de la euforia, el problema es que son estos los que crean empleos, y no el Gobierno. Cuando se les comenta que esas medidas se parecen a Europa, su respuesta es "pues sí, pero mira, no parecen haber funcionado muy bien". Y ahí si que llevan toda la razón.
En estos momentos, y de cara al futuro, creo que Obama tiene dos posibilidades. Pasar realmente a la historia como uno de los grandes, o ser una decepción más como lo ha sido Bush. Hay tanta gente ilusionada, tanta gente convencida, que el batacazo puede ser enorme. Demasiadas expectativas, me suena haber visto esto en un pequeño país al otro lado del océano, y sé como acaba esa historia.
Por otro lado, el gobierno aquí generalmente no es tan importante como en Europa, no es tan grande. Despejada esta incógnita, todos nos hemos puesto a trabajar al día siguiente, y la rueda sigue girando. Nueva época, nuevos retos, y si hay algún país capaz de reinventarse asimismo ese es Estados Unidos, como ha demostrado en toda su historia. Y el Gobierno podrá ayudar algo, pero no va a solucionar todos los problemas ni mucho menos.
Va a ser un futuro interesante pase lo que pase, y yo estoy encantado de vivirlo desde dentro. Espero que esta colección de ideas sirva para que alguien se pare un momento a pensar, que siempre es bueno pensar. Y aprovecho la última línea para mandar un saludo a Isabel (Peporra), Miguelón, Bruno y Elena que son algunos de los que me han preguntado por este tema (vosotros lo habéis querido, chatos).
God Bless America.
Barack Obama ha ganado las elecciones presidenciales de los Estados Unidos de América el cuatro de Noviembre del año 2008.
Esta frase podría resumir el resultado de unas elecciones y ser una más, pero en ella hay atrapado un momento histórico que he vivido desde la capital de la política mundial. Washington D.C. es un lugar detestado por muchos americanos, al ser el centro de poder político de la nación representa lo que muchos ciudadanos quieren cambiar. Y es donde se sitúa ese gobierno en el que muchos no confían y al cual vigilan.
Me ha pedido bastante gente que comente desde dentro la experiencia, algo que pensaba hacer de cualquier modo, pero en lugar de hacerlo en forma de noticia he preferido hacer el análisis del día después, más sosegado. Los que me conocen saben que me apasiona la política, eso sí, desde la barrera. Nunca me ha casado con ningún partido político y mantengo una actitud muy crítica hacia la clase política en general y hacia la española en particular - más sobre esto en unos instantes-.
Cuando me vine a vivir a USA estaban ya en marcha las primarias, que seguí con interés. Durante todo este tiempo he procurado hablar con el máximo número de personas, de diferente condición, rango social, económico y racial. He intercambiado impresiones con gente en el gimnasio, con algunos de mis clientes, con amigos, en el autobús, con compañeros de trabajo, etc. Mucha gente pasaba del tema, y otros me han acabado dando su opinión y argumentos, algunos de los cuales compartiré con vosotros enseguida.
La victoria electoral de Obama es un hecho histórico por varios motivos, además del obvio de la raza. Paso a analizar algunas ideas que me han rondado por la cabeza en los últimos tiempos.
Por primera vez en la historia un Presidente de USA pertenece a una minoría, en este caso la de los afroamericanos, o negros como decimos en España (ojo, este término se considera ofensivo en USA y no se debe utilizar así tal cual). Este hecho es considerado en general como algo tremendamente positivo, sobre todo teniendo en cuenta que hace 40 años había discriminación en la vida pública, y que hay grandes bolsas de racismo todavía en gran parte del país, sobre todo en la América rural. Desde Luther King a Obama ha sido una larga lucha para los afroamericanos, y ver en la noche electoral los llantos de anónimos y famosos como Oprah o el Reverendo Jesse Jackson provocan sensaciones que dan que pensar. Por otro lado, y este pensamiento no es amable ni pretende serlo, se acabaron las excusas. Durante mucho tiempo gran número de integrantes de esta minoría se han escudado en la falta de oportunidades y en el racismo para no luchar, ir de víctimas y entonar el "yo no puedo, estoy discriminado". Se ha demostrado que no es así, que cualquiera puede. Es una lectura positiva pero que deja a mucha gente con el culo al aire, porque ya no se aceptarán en este país excusas de ese tipo (si bien cualquier discriminación se seguirá denunciando como hasta ahora). Este hecho demuestra la grandeza de este país, y lo crítico que es aún con sus propias victorias. De hecho, los hispanos han pegado una pasada considerable como minoría en todos los ámbitos, cultural, económico y político en general porque no tienen estos complejos (por otro lado, se trata de un grupo mucho más heterogéneo). El propio Obama reconocía en su primer discurso como presidente electo que cualquiera puede y que el sueño americano es posible hoy en día más que nunca. El tema de la raza daría mucho que hablar, pero a mi no me parece excesivamente interesante más allá de la anécdota histórica. Vivo en una sociedad multiétnica y multicultural y lo asumo con total normalidad, como la mayor parte de los jóvenes americanos.
Hablando de jóvenes, son los grandes protagonistas de las elecciones. Han votado en masa, ilusionados por un mensaje nuevo, cargado de simbolismo y digno de estudio en cualquier campaña electoral moderna. La candidatura de Obama ha hecho uso de las nuevas tecnologías y de nuevos cauces de comunicación basados en Internet y telefonía móvil, mensajería instantánea, etc., lo cual ha conectado de manera especialmente directa con un segmento de población que o bien no vota en general o que era la primera vez que lo hacía. Esto le ha permitido llegar donde su contrincante no ha llegado.
Para ganar unas elecciones en USA es imprescindible recaudar fondos estratosféricos, y la candidatura de Obama ha gastado entre tres y siete veces más en anuncios que McCain. Las elecciones se siguen ganando a través de los medios tradicionales, que por cierto aunque acaban apostando en general y sin demasiado disimulo por alguien, son mucho más imparciales que en mi querido país de origen. Aún recuerdo las primarias la caña que le metían, cuando era más desconocido y sombrías dudas planeaban sobre su experiencia y capacidad (no es que se hayan despejado, por cierto).
Esta victoria se ha forjado además en una movilización del electorado masiva, sin precedentes en algunas zonas. Seamos realistas, poca gente vota habitualmente en América. No así en esta ocasión, con participaciones elevadas y colas de tres y cuatro horas en los colegios electorales, soportadas estoicamente por ciudadanos de a pie deseosos de ejercer su derecho al voto.
La victoria de Obama se ha obtenido, sobre todo, bajo la promesa de un cambio, un cambio en el que podemos creer (Change We Can Believe In, lema central de su campaña).
Estados Unidos atraviesa una profunda crisis económica, que está arrastrando al mundo entero a una recesión y una crisis financiera de proporciones aún desconocidas. Es la peor crisis de esta generación, y la gente está preocupada. Esta situación económica adversa ha sido el tema principal de la campaña y lo que más ha preocupado y preocupa al americano medio. Además de la cosa económica, esta todo lo demás.
Dos guerras en países remotos que ya nadie aquí entiende muy bien y que son difíciles de justificar en cuanto a coste económico y de vidas humanas, la creencia de que se está produciendo una pérdida de influencia en la esfera internacional y de que Estados Unidos no está dando lo mejor de sí mismo como país, unido a una cierta sensación de crisis de identidad que ningún americano me sabe describir o pronunciar pero que yo detecto en la calle. La gente está hastiada, preocupada y un poquito perdida.
Si hay algo en lo que los americanos se ponen de acuerdo es en el desastroso legado de Bush. La historia sabrá juzgarle como Presidente y no seré yo el que ahonde en ello ahora porque ya se ha dicho mucho.
En otro escenario distinto McCain hubiese sido, en mi opinión, un gran Presidente. Con diez años menos, sin una crisis de este calibre, y con un o una running mate que no fuese la broma pesada que ha supuesto la Palin, creo que se hubiese llevado a Obama por delante. Bueno, es que Obama no hubiese pasado ni las primarias.
Pero está toda esta situación que he comentado, y la gente quiere ilusión, un mensaje positivo. Y aquí viene mi crítica, porque aunque no voto estas elecciones me afectan directamente, como trabajador que produce en este gran país y que contribuye a su riqueza.
Obama representa ese político joven semidesconocido que es capaz de ascender en situaciones adversas con un mensaje cargado de "buenismo político" e ilusiones. Dice muchas cosas que la gente quiere oir (Yes, We Can). Paz, prosperidad, un futuro brillante. El problema de estos líderes es que no tienen experiencia y muchas veces no tienen ni idea de cómo hacer realidad lo que no son más que deseos. España tiene el triste ejemplo del infame ZP, pero bueno, esto es un post de política americana y simplemente he de decir a mis amigos progres (eh, muchos de ellos de salón y con cochazos de lujo e hijos en colegios privados, pero los rogelios son así) que no se den con un canto en los dientes, Obama no es "uno de los suyos". Este será el siguiente error, pensar que España va a recuperar su posición internacional porque sí, mejorará sin duda y McCain hubiese sido un hueso mucho más duro de roer. Pero vamos, que el Presidente de USA se interesará primero por Francia, Alemania, incluso por Pakistán, antes que por España. Espero que este inciso no cabree al personal, vivo en una sociedad en la que estas cosas se dicen muy claramente y con total libertad y eso me gusta, así que si alguien se escuece, que le de al botoncito de la parte de arriba que tiene una flecha hacia la izquierda.
Muchas de las promesas de Obama son imposibles. De entrada, el Senado no parece que vaya a tener mayoría "blindada" demócrata, lo que les hubiese permitido pasar el rodillo y legislar a su antojo. Aquí si funciona la separación de poderes y se pacta por necesidad, es algo diario, y se va a producir un cierto equilibrio de poderes, lo cual es bueno. En estos momentos, algunas de esas promesas podrían descarrilar el país de forma definitiva, y así es percibido por mucha gente con la que he hablado, que está muy preocupada. Sobre todo con el tan manido tema de los impuestos. Obama dice que sólo subirá los impuestos a aquellos que ganen más de 250.000 dólares al año. Esto está por ver y ya en las últimas semanas de campaña la cifra bailaba, pero bueno, hay literalmente decenas de miles de pequeños empresarios y autónomos que declaran dichas cantidades anualmente, aunque luego tengan que pagar gastos, incluso algún sueldo de ayudante o subordinado y que no se llevan esa cantidad a casa ni mucho menos.
Además de esto, se habla de subir este tipo máximo en diez puntos, y gravar con una subida de entre 8 y 10 puntos las rentas por "capital gains" o ganancias de capital. Cualquiera que sea emprendedor o inversor puede ver por donde va el tema. Una creencia central en este país es que las bajadas de impuestos crean riqueza.
La frase más controvertida del nuevo Presidente es cuando respondió aquello de "redistribuir la riqueza". En América la riqueza no se redistribuye, se crea, y punto. He hablado estos días (hoy mismo) con gente educada, de mucho nivel cultural, empresarios clientes míos que está n preocupados, porque piensan que no va a compensar tomar riesgos, crear negocios, invertir en nuevas ideas. Están desilusionados en medio de la euforia, el problema es que son estos los que crean empleos, y no el Gobierno. Cuando se les comenta que esas medidas se parecen a Europa, su respuesta es "pues sí, pero mira, no parecen haber funcionado muy bien". Y ahí si que llevan toda la razón.
En estos momentos, y de cara al futuro, creo que Obama tiene dos posibilidades. Pasar realmente a la historia como uno de los grandes, o ser una decepción más como lo ha sido Bush. Hay tanta gente ilusionada, tanta gente convencida, que el batacazo puede ser enorme. Demasiadas expectativas, me suena haber visto esto en un pequeño país al otro lado del océano, y sé como acaba esa historia.
Por otro lado, el gobierno aquí generalmente no es tan importante como en Europa, no es tan grande. Despejada esta incógnita, todos nos hemos puesto a trabajar al día siguiente, y la rueda sigue girando. Nueva época, nuevos retos, y si hay algún país capaz de reinventarse asimismo ese es Estados Unidos, como ha demostrado en toda su historia. Y el Gobierno podrá ayudar algo, pero no va a solucionar todos los problemas ni mucho menos.
Va a ser un futuro interesante pase lo que pase, y yo estoy encantado de vivirlo desde dentro. Espero que esta colección de ideas sirva para que alguien se pare un momento a pensar, que siempre es bueno pensar. Y aprovecho la última línea para mandar un saludo a Isabel (Peporra), Miguelón, Bruno y Elena que son algunos de los que me han preguntado por este tema (vosotros lo habéis querido, chatos).
God Bless America.
1 comentario:
Juan, muchas gracias por esta entrada tuya tan exhaustiva.
En mi caso, tuve la oportunidad de vivir en EEUU la reelección de Reagan en 1984. Este año hemos seguido bastante la campaña en casa, gracias a la TV por cable (con las noticias, y los programas de Jay Leno, Conan O'Brien y Jon Stewart).
Lo primero que piensas, visto el asunto desde aquí, es que los políticos americanos están a años luz de los nuestros. Supongo que habrás tenido la fortuna de perderte los debates electorales entre ZP y Rajoy, yo casi me tuve que esconder debajo del sofá por la vergüenza que me daban. No digo que sean idiotas (ni dejo de decirlo), simplemente que no saben hacer el trabajo que han elegido. En fin, me remito al discurso que se marcó Obama en 2004, en la convención demócrata donde se proclamaba candidato a John Kerry. La primera vez que le hablaba a todo el país, y ahí estaba el tío tan campante, como si le estuviera hablando al vecino.
Coincido bastante con todo lo que dices en tu entrada, también con las dudas que puedan suscitar las propuestas de Obama. Sin embargo, si aceptamos que la situación económica mundial es tan nefasta como dicen, creo que la opción por Obama ha sido acertada.
Personalmente creo que la fuerza motora del progreso radica en la iniciativa individual, por lo que soy partidario de las políticas liberales (en sentido europeo). Por supuesto, sin abandonar a su suerte a los más débiles, que en muchos casos no han elegido serlo. En ese sentido, tendería más a los republicanos.
Pero en las difíciles circunstancias actuales, me parece que los EEUU necesitan un líder político joven y con capacidad de convencer y arrastrar a la gente, como Obama. También creo que la victoria de McCain hubiera tenido un efecto más divisor del país que la de Obama: me parece probable que los republicanos apoyen ahora a Obama, y no creo que los demócratas o las minorías raciales hubieran apoyado nunca a McCain (tanto unos como otros tenían un sentimiento muy fuerte de que ya les tocaba gobernar a ellos).
En fin, veremos como va todo. Lo que no hay duda es de que son tiempos interesante, al menos en EEUU que es donde se mira al futuro y se discute y decide sobre las cosas que realmente importan.
Pues nada, un abrazo y besos a Sara y a Pablo, que sigáis disfrutando a tope de este período de vuestra vida.
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